TRACK GPS DE LA QUINTA ETAPA: TOMAR - COÍMBRA
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Es
hora de hablar de la quinta etapa, la cual marcaría el ecuador de nuestro
Camino Portugués y en la que llegaríamos a una gran ciudad como es Coímbra.
Antes de salir sabemos que hoy tendremos por delante una jornada dura, pues
sobre el track descargado en el gps aventuramos que en los cerca de 100
kilómetros que haremos, un duro perfil nos irá acompañando. Finalmente os
adelanto que fue tal que así ya que el desnivel acumulado superó los 1.300
metros de ascensión total.
Perfil de la quinta etapa
Es
por ello que decidimos desayunar antes de salir en el mismo residencial, aun
perdiendo el que nos entraba en la reserva de la habitación que era a partir de
las 8 horas portuguesa, algo tarde para la idea que teníamos de querer afrontar
la marcha de hoy con algo de antelación con respecto a otras etapas. Es por
eso, que el día anterior aprovechamos para comprar en un supermercado unos
zumos, frutas y algo de dulce para salir con el estomago lleno. A su vez,
también decidimos llevar algunos bocadillos para comerlos durante la jornada.
Javi preparando los bocadillos antes de salir
Una
vez preparamos las bicicletas en los aledaños del lugar de nuestra
percnotación, salimos en busca ya de las flechas amarillas que serán para
nosotros las primeras que comenzaremos a ver desde que saliéramos hace 5 días
de Mérida. Ahora iremos siguiendo en parte la dirección que nos marque el gps
aunque al ver que el usuario del track que nos hemos descargado en la
plataforma de wikiloc escoge transitar más por carretera, preferiremos ir por
donde nos marcan las señales jacobea para disfrutar del trazado portugués
original. Tan sólo miraremos el garmin para ver si vamos en la dirección
correcta y sobretodo a la hora de transitar por las ciudades más o menos
grande, que es donde puedes despistarte a la hora de seguir la indicaciones
amarillas.
Primeras señales del Camino
Saliendo
de Tomar, como se suele decir, la primera en la frente. Una fuerte subida que
nos indica que hoy “la cosa pintará en bastos”. En ese preciso instante, sin
apenas llevado transcurridos unos dos kilómetros, nos cruzaremos con el primer
“bicigrino” de todo nuestro camino. Lo hacemos como digo en la dura rampa
inicial de la etapa por lo que el esfuerzo no nos permitió bien ni fijarnos si
tenía algún problema ya que se encontraba parado y bajado de su bicicleta y tan
sólo pudimos darle el típico y “simple” ánimo del <<BUEN CAMINO>>.
Posteriormente sabríamos que se trataría de Txabier, un ya experimentado amigo
en esto de los Caminos hacia Santiago, y que más tarde coincidiríamos en la
parte final de nuestro trazado jacobeo. Desde aquí os animamos también a seguir
y disfrutar de su blog donde narra toda su experiencia de una manera muy
peculiar y en ocasiones bastante cómica que parece quitarle hierro al asunto en
cuanto a la dureza, etapa por etapa.
Todo
un crack está hecho si señor: http://lisboabake.blogspot.com.es/
Ya
en estos inicios vemos que el amigo Esteban comienza a descolgarse, más en
concreto en la parte que dejamos la calzada para adentrarnos en un duro tramo
de camino con piedras sueltas y siempre mirando hacia arriba. Por fin vemos que
el paisaje por el que antes hemos ido circulando con las bicicletas va
cambiando y ahora sí podemos decir que se parece más a lo que un peregrino
quiere ver a la hora de ir disfrutando de su camino: sendas, bosques frondosos,
sombras, abundante vegetación…
Parte inicial de la etapa con grandes pendientes
Concretamente serán algo más de 4 kilómetros
antes de volver nuevamente a una calzada, eso sí, con nada de tráfico y que sirve para unir
algunas localidades por las que pasaremos como son Soianda, Calvinos, Ceras…
aunque debo de decir que estos pequeños núcleos urbanos son más parecido en
España a lo que nosotros conocemos como casas de campo. En este sentido, al ser
muchos, no tendremos problemas en ningún momento en encontrar alguna que otra
fuente de agua potable para ir rellenando nuestros bidones en cualquier momento
de la etapa.
Los tres mosqueteros
Fuente de agua potable durante el camino
Hasta
el momento, la primera parte se hace bastante dura, y Esteban comienza a tener
muchos problemas de hidratación con lo que decidimos parar en el primer municipio
grande, en esta ocasión en Alvaiázere, una vila portuguesa perteneciente al
Distrito de Leiria. Allí notamos que algo no va bien y que una vez que hemos
ido Javi y yo a sellar la credencial del peregrino en un Albergue privado que
se encontraba cerca, vemos a éste algo indispuesto y un poco impedido para
poder continuar con la marcha. Decidimos entonces que es el momento de realizar
la primera parada técnica para reponer fuerzas cuando sólo llevamos algo menos de
un tercio de etapa realizada (unos 30 kms).
Parada técnica en Alvaiázere (Albergue)
Seguimos
viendo a Esteban bastante mal, siendo el único de los tres que no puede tomarse
los bocadillos que habíamos preparado al inicio de la jornada. Es cuando
entonces nos dirigimos a un bar cercano para tomarnos alguna bebida tipo
“acuarius”, siendo en Portugal o por lo menos en esta zona, una bebida similar
al “7Up” lo que encontramos (no recordamos su nombre).
Al
final estos son los imprevistos con los que uno no desea encontrarse en este
tipo de Caminos, sobretodo con los problemas físicos y que en esta ocasión nos
hizo realizar una parada de más de una hora para ver si Esteban iba recuperando
sensaciones, cosa que en un principio pareció ser así. En ese instante nos pasa
de nuevo el amigo Txabier a toda máquina, quien amablemente nos devuelve el
“BUEN CAMINO” que le habíamos dado a
primera hora de la mañana mientras esperamos a retomar nuestras marcha sentados
en la terraza del bar.
A
partir de ahora iríamos los tres como si un equipo ciclista estuviera
disputando una contrareloj, eso sí algo
más despacio. La idea era escoltar a Esteban para evitar que se descolgara del
grupo y que su situación de fatiga no se viera aumentada. Ahora la segunda
parte de la etapa iremos recorriendo tramos de carretera (tipo comarcal), otros
adoquinados, muy típicos en Portugal y senderos de tierra, algunos buenos para
rodar y otros no tanto que nos hacen pasar con cuidado y en ocasiones bajarnos
de la bicicleta. Será aquí donde alcancemos la cota más alta de la jornada para
posteriormente ir perdiendo altura, aunque eso no supone el dejar de ir pasando
por zonas de subes y bajas que son bastante duros.
Senderos buenos
Tramo adoquinado
Carretera en subida
Será
en torno al km. 45 cuando pasemos por la localidad de Ansiâo donde decidimos
hacer nuevamente una pequeña parada para poner un nuevo sello, a partir de ese
momento, para poner el “CARIMBO”, que es como se dice en portugués y que lo
sabremos gracias a la funcionaria que nos lo pone en la Cámara Municipal de
dicho municipio.
Transitando por Ansiâo
Una
vez dejamos atrás Ansiâo, retomamos nuestra marcha pero pronto decidimos parar
a reponer nuevamente fuerzas y sobretodo para que Esteban pueda comer algo, ya
que desde la salida no había aun probado bocado. Lo hacemos en un espacio preparado
para el paso de peregrinos, pasado el municipio de Rabaçal y próximo a las ruinas romanas de Conímbriga, la cual
fue una antigua ciudad de Hispania localizada en la vía militar que iba de
Olissipo (Lisboa) a Bracara Augusta (Braga) donde también ponemos un carimbo
para tenerlo de recuerdo en nuestras credenciales.
Llegando a Rabaçal
Tomando un avituallamiento
Indicaciones del Caminho de Santiago en Portugal
Pasando por tierras de Sico de pasado romano
Poco
a poco el calor se nos va echando encima, aun así ya llevaríamos más de 70
kms., y el terreno nos iría siendo algo más favorable aunque el problema ya no
iba a ser el perfil, sino la cantidad de kilómetros ya metidos en nuestras
piernas y que por delante aun nos faltaban unos pocos hasta llegar a Coímbra.
En
esta zona seguiremos transitando por carreteras comarcales y alguna que otra
zona adoquinada pero siempre sin la presencia de tráfico rodado, cosa que si
irá en aumento cuando nos íbamos acercando al final de la jornada. Previamente,
antes de entrar en Coímbra debemos ir salvando rampas bastante duras, algunas
de tierra con poco agarre para las ruedas de nuestras bicicletas y otras de
asfalto que se nos presentan justamente cuando entramos en la ciudad. Un final
explosivo que se diría en cualquier etapa del Tour de Francia y que termina por
vaciarnos por completo de cualquier atisbo de fuerzas que pudiéramos tener.
Subida...bajada...subida...así casi todo el camino
Aun
así estamos “relativamente contentos”. Llegamos a Coímbra después de todos los
problemas que hemos tenido y sobretodo, personificados en el amigo Esteban.
Tenemos la esperanza de que siempre hay un mal día que pasar y que en esta
jornada, la denominada por nosotros como la “etapa reina” es donde lo hemos
sufrido y que el grupo al completo irá poco a poco recuperando buenas
sensaciones de cara a las próximas etapas.
Duro esfuerzo de Esteban para salvar las rampas
Ya
por fin damos con nuestro alojamiento, después de siete horas pedaleando, próximo a los edificios de la famosa
Universidad de Coímbra. Una vez nos preparamos y reposamos un poco la etapa de
hoy, decidimos Javi y Jairo salir a conocer esta bonita ciudad portuguesa,
mientras Esteban prefiere permanecer en el hostal para descansar e intentar
recuperarse del autentico calvario que ha sufrido en el día de hoy.
Coímbra al fondo
Terminando la quinta etapa
Ya en Coímbra
Antes
de terminar esta entrada decir que una vez visitamos algunos puntos de interés
de Coímbra volvimos al hostal para ver como se encontraba el amigo Esteban y
preguntarle si quería venir a cenar con nosotros, pero su estado de
deshidratación se fue agravando y al final no tuvo más remedio que abandonar
aquí su periplo jacobeo por tierras portuguesas. Un nuevo golpe personalmente para
él y también como no, para el resto del grupo que veíamos como en este Camino
se nos estaban presentando varios imprevistos con los que uno nunca se plantea
en la planificación, o por los menos no quieren ni pensar en ellos.
Paseando por Coímbra
Calles de Coímbra
Acueducto
Universidad de Coímbra
A
pesar de todo, pensamos que la decisión de Esteban fue la acertada, que lo
mejor cuando uno no se encuentra bien físicamente es posponerlo para otra
ocasión. Con esto se pone de manifiesto que el Camino es duro y que hay que ir
preparado bien, tanto físicamente como mentalmente, para no sufrir en demasía,
pues lo que en definitiva se trata es de disfrutarlo y de no penar más allá del
desgaste típico que requiere hacer unas etapas de estas. Por
supuesto que volveremos a animar a Esteban y decirle que esto no ha terminado
aquí y que muy pronto podremos culminar una nueva experiencia los cuatro que
iniciamos allá por el año 2013 este acercamiento a los Caminos: Javi, Aurelio,
Esteban y Jairo. Por tanto, ¡¡que no decaigan los ánimos!!
Resumen de la quinta etapa
Recordando el primer Camino (Vía de la Plata)
Esteban, Jairo, Aurelio y Javi
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