lunes, 17 de agosto de 2015

CAMINO PORTUGUÉS / QUINTA ETAPA: TOMAR - COIMBRA

TRACK GPS DE LA QUINTA ETAPA: TOMAR - COÍMBRA

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Es hora de hablar de la quinta etapa, la cual marcaría el ecuador de nuestro Camino Portugués y en la que llegaríamos a una gran ciudad como es Coímbra. Antes de salir sabemos que hoy tendremos por delante una jornada dura, pues sobre el track descargado en el gps aventuramos que en los cerca de 100 kilómetros que haremos, un duro perfil nos irá acompañando. Finalmente os adelanto que fue tal que así ya que el desnivel acumulado superó los 1.300 metros de ascensión total.

Perfil de la quinta etapa

Es por ello que decidimos desayunar antes de salir en el mismo residencial, aun perdiendo el que nos entraba en la reserva de la habitación que era a partir de las 8 horas portuguesa, algo tarde para la idea que teníamos de querer afrontar la marcha de hoy con algo de antelación con respecto a otras etapas. Es por eso, que el día anterior aprovechamos para comprar en un supermercado unos zumos, frutas y algo de dulce para salir con el estomago lleno. A su vez, también decidimos llevar algunos bocadillos para comerlos durante la jornada.

Javi preparando los bocadillos antes de salir

Una vez preparamos las bicicletas en los aledaños del lugar de nuestra percnotación, salimos en busca ya de las flechas amarillas que serán para nosotros las primeras que comenzaremos a ver desde que saliéramos hace 5 días de Mérida. Ahora iremos siguiendo en parte la dirección que nos marque el gps aunque al ver que el usuario del track que nos hemos descargado en la plataforma de wikiloc escoge transitar más por carretera, preferiremos ir por donde nos marcan las señales jacobea para disfrutar del trazado portugués original. Tan sólo miraremos el garmin para ver si vamos en la dirección correcta y sobretodo a la hora de transitar por las ciudades más o menos grande, que es donde puedes despistarte a la hora de seguir la indicaciones amarillas.

Primeras señales del Camino

Saliendo de Tomar, como se suele decir, la primera en la frente. Una fuerte subida que nos indica que hoy “la cosa pintará en bastos”. En ese preciso instante, sin apenas llevado transcurridos unos dos kilómetros, nos cruzaremos con el primer “bicigrino” de todo nuestro camino. Lo hacemos como digo en la dura rampa inicial de la etapa por lo que el esfuerzo no nos permitió bien ni fijarnos si tenía algún problema ya que se encontraba parado y bajado de su bicicleta y tan sólo pudimos darle el típico y “simple” ánimo del <<BUEN CAMINO>>. Posteriormente sabríamos que se trataría de Txabier, un ya experimentado amigo en esto de los Caminos hacia Santiago, y que más tarde coincidiríamos en la parte final de nuestro trazado jacobeo. Desde aquí os animamos también a seguir y disfrutar de su blog donde narra toda su experiencia de una manera muy peculiar y en ocasiones bastante cómica que parece quitarle hierro al asunto en cuanto a la dureza, etapa por etapa.
Todo un crack está hecho si señor: http://lisboabake.blogspot.com.es/

Ya en estos inicios vemos que el amigo Esteban comienza a descolgarse, más en concreto en la parte que dejamos la calzada para adentrarnos en un duro tramo de camino con piedras sueltas y siempre mirando hacia arriba. Por fin vemos que el paisaje por el que antes hemos ido circulando con las bicicletas va cambiando y ahora sí podemos decir que se parece más a lo que un peregrino quiere ver a la hora de ir disfrutando de su camino: sendas, bosques frondosos, sombras, abundante vegetación… 

Parte inicial de la etapa con grandes pendientes

Concretamente serán algo más de 4 kilómetros antes de volver nuevamente a una calzada, eso sí,  con nada de tráfico y que sirve para unir algunas localidades por las que pasaremos como son Soianda, Calvinos, Ceras… aunque debo de decir que estos pequeños núcleos urbanos son más parecido en España a lo que nosotros conocemos como casas de campo. En este sentido, al ser muchos, no tendremos problemas en ningún momento en encontrar alguna que otra fuente de agua potable para ir rellenando nuestros bidones en cualquier momento de la etapa.

Los tres mosqueteros

Fuente de agua potable durante el camino

Hasta el momento, la primera parte se hace bastante dura, y Esteban comienza a tener muchos problemas de hidratación con lo que decidimos parar en el primer municipio grande, en esta ocasión en Alvaiázere, una vila portuguesa perteneciente al Distrito de Leiria. Allí notamos que algo no va bien y que una vez que hemos ido Javi y yo a sellar la credencial del peregrino en un Albergue privado que se encontraba cerca, vemos a éste algo indispuesto y un poco impedido para poder continuar con la marcha. Decidimos entonces que es el momento de realizar la primera parada técnica para reponer fuerzas cuando sólo llevamos algo menos de un tercio de etapa realizada (unos 30 kms).

Parada técnica en Alvaiázere (Albergue)

Seguimos viendo a Esteban bastante mal, siendo el único de los tres que no puede tomarse los bocadillos que habíamos preparado al inicio de la jornada. Es cuando entonces nos dirigimos a un bar cercano para tomarnos alguna bebida tipo “acuarius”, siendo en Portugal o por lo menos en esta zona, una bebida similar al “7Up” lo que encontramos (no recordamos su nombre).

Al final estos son los imprevistos con los que uno no desea encontrarse en este tipo de Caminos, sobretodo con los problemas físicos y que en esta ocasión nos hizo realizar una parada de más de una hora para ver si Esteban iba recuperando sensaciones, cosa que en un principio pareció ser así. En ese instante nos pasa de nuevo el amigo Txabier a toda máquina, quien amablemente nos devuelve el “BUEN CAMINO” que le habíamos dado a primera hora de la mañana mientras esperamos a retomar nuestras marcha sentados en la terraza del bar.

A partir de ahora iríamos los tres como si un equipo ciclista estuviera disputando una  contrareloj, eso sí algo más despacio. La idea era escoltar a Esteban para evitar que se descolgara del grupo y que su situación de fatiga no se viera aumentada. Ahora la segunda parte de la etapa iremos recorriendo tramos de carretera (tipo comarcal), otros adoquinados, muy típicos en Portugal y senderos de tierra, algunos buenos para rodar y otros no tanto que nos hacen pasar con cuidado y en ocasiones bajarnos de la bicicleta. Será aquí donde alcancemos la cota más alta de la jornada para posteriormente ir perdiendo altura, aunque eso no supone el dejar de ir pasando por zonas de subes y bajas que son bastante duros.

Senderos buenos

Tramo adoquinado

Carretera en subida

Será en torno al km. 45 cuando pasemos por la localidad de Ansiâo donde decidimos hacer nuevamente una pequeña parada para poner un nuevo sello, a partir de ese momento, para poner el “CARIMBO”, que es como se dice en portugués y que lo sabremos gracias a la funcionaria que nos lo pone en la Cámara Municipal de dicho municipio.

Transitando por Ansiâo

Una vez dejamos atrás Ansiâo, retomamos nuestra marcha pero pronto decidimos parar a reponer nuevamente fuerzas y sobretodo para que Esteban pueda comer algo, ya que desde la salida no había aun probado bocado. Lo hacemos en un espacio preparado para el paso de peregrinos, pasado el municipio de Rabaçal y próximo a las ruinas romanas de Conímbriga, la cual fue una antigua ciudad de Hispania localizada en la vía militar que iba de Olissipo (Lisboa) a Bracara Augusta (Braga) donde también ponemos un carimbo para tenerlo de recuerdo en nuestras credenciales.

Llegando a Rabaçal

 Tomando un avituallamiento

 Indicaciones del Caminho de Santiago en Portugal

Pasando por tierras de Sico de pasado romano

Poco a poco el calor se nos va echando encima, aun así ya llevaríamos más de 70 kms., y el terreno nos iría siendo algo más favorable aunque el problema ya no iba a ser el perfil, sino la cantidad de kilómetros ya metidos en nuestras piernas y que por delante aun nos faltaban unos pocos hasta llegar a Coímbra.

En esta zona seguiremos transitando por carreteras comarcales y alguna que otra zona adoquinada pero siempre sin la presencia de tráfico rodado, cosa que si irá en aumento cuando nos íbamos acercando al final de la jornada. Previamente, antes de entrar en Coímbra debemos ir salvando rampas bastante duras, algunas de tierra con poco agarre para las ruedas de nuestras bicicletas y otras de asfalto que se nos presentan justamente cuando entramos en la ciudad. Un final explosivo que se diría en cualquier etapa del Tour de Francia y que termina por vaciarnos por completo de cualquier atisbo de fuerzas que pudiéramos tener.


Subida...bajada...subida...así casi todo el camino

Aun así estamos “relativamente contentos”. Llegamos a Coímbra después de todos los problemas que hemos tenido y sobretodo, personificados en el amigo Esteban. Tenemos la esperanza de que siempre hay un mal día que pasar y que en esta jornada, la denominada por nosotros como la “etapa reina” es donde lo hemos sufrido y que el grupo al completo irá poco a poco recuperando buenas sensaciones de cara a las próximas etapas.

Duro esfuerzo de Esteban para salvar las rampas

Ya por fin damos con nuestro alojamiento, después de siete horas pedaleando, próximo a los edificios de la famosa Universidad de Coímbra. Una vez nos preparamos y reposamos un poco la etapa de hoy, decidimos Javi y Jairo salir a conocer esta bonita ciudad portuguesa, mientras Esteban prefiere permanecer en el hostal para descansar e intentar recuperarse del autentico calvario que ha sufrido en el día de hoy.

Coímbra al fondo

 Terminando la quinta etapa

Ya en Coímbra

Antes de terminar esta entrada decir que una vez visitamos algunos puntos de interés de Coímbra volvimos al hostal para ver como se encontraba el amigo Esteban y preguntarle si quería venir a cenar con nosotros, pero su estado de deshidratación se fue agravando y al final no tuvo más remedio que abandonar aquí su periplo jacobeo por tierras portuguesas. Un nuevo golpe personalmente para él y también como no, para el resto del grupo que veíamos como en este Camino se nos estaban presentando varios imprevistos con los que uno nunca se plantea en la planificación, o por los menos no quieren ni pensar en ellos.

 Paseando por Coímbra

 Calles de Coímbra 

 Acueducto

Universidad de Coímbra

A pesar de todo, pensamos que la decisión de Esteban fue la acertada, que lo mejor cuando uno no se encuentra bien físicamente es posponerlo para otra ocasión. Con esto se pone de manifiesto que el Camino es duro y que hay que ir preparado bien, tanto físicamente como mentalmente, para no sufrir en demasía, pues lo que en definitiva se trata es de disfrutarlo y de no penar más allá del desgaste típico que requiere hacer unas etapas de estas. Por supuesto que volveremos a animar a Esteban y decirle que esto no ha terminado aquí y que muy pronto podremos culminar una nueva experiencia los cuatro que iniciamos allá por el año 2013 este acercamiento a los Caminos: Javi, Aurelio, Esteban y Jairo. Por tanto, ¡¡que no decaigan los ánimos!!

Resumen de la quinta etapa

Recordando el primer Camino (Vía de la Plata) 
Esteban, Jairo, Aurelio y Javi

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