BICIGRINOS EXTREMEÑOS: CAMINO DEL NORTE: Etapa 5, Santander

Track de la etapa 5: Santander – San Vicente de la Barquera

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7526563

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5 de agosto. Vamos a por nuestra quinta etapa, hoy nos levantamos temprano para preparar los bocadillos que nos servirán como tentempié en alguna de nuestras paradas del día. Una vez hemos preparado las bicicletas abandonamos la ciudad de Santander por la amplia Calle San Fernando, alternando con tramos de carretera y otros asfaltados compartidos con peatones. Estos primeros kilómetros se hacen algo pesados ya que son siempre picando hacia arriba hasta que se llega a la zona del hospital, momento en el que nos incorporamos a la carretera N-611 durante unos tres kilómetros para coger pistas asfaltadas y sendas de camino poniendo fin al fluido tráfico que una ciudad grande suele tener a tempranas horas de la mañana.

Sendas próximas a Santander por la vía del tren

A nuestras espaldas vamos dejando Santander y, como es habitual por esta zona, volvemos a transitar entre pequeñas localidades que actúan como ciudades dormitorios de las grandes zonas metropolitanas. En un primer lugar atravesamos Santa Cruz de Bezama para continuar por Mompía, seguida de Boo y Arce. La circulación en bicicleta se hace bastante cómoda en estos inicios de jornada, prácticamente todo el trayecto lo hacemos en solitario con la excepción de algún viandante realizando su paseo mañanero.

Primeras localidades por las que pasamos. Sta Cruz de Bezama

Cuando llevamos unos 10 km., aproximadamente, desde Boo, hasta el municipio de Mogro tenemos que dar un pequeño rodeo forzosamente para salvar el Río Pas llegando hasta el pueblo de Arce, donde cogeremos brevemente de nuevo la N-611. Posteriormente transitamos por varias carreteras comarcales, (CA-332 y CA-325) que nos irán acercando hacia la costa que hasta ahora la teníamos perdida de vista al ir entre valles.

Entrando en Boo

Río Pas

Sin señales de la costa

Es cerca de Cudón, cuando vemos un bar con el cartel que indica que se ponen sellos en las credenciales de peregrinos, decidiendo hacer la primera parada del día y aprovechar para tomarnos unos refrescos después de realizar los primeros 30 kilómetros de la jornada.

Sellado de credenciales

Una vez iniciamos nuestra marcha en dirección hacia Torrelavega vemos que a la derecha de nuestro camino nos acompañan unas grandes tuberías que nos indica que estamos próximo a la localidad de Barreda donde la industria goza de mucho protagonismo, puesto que aquí se encuentra el mayor complejo fabril de Solvay, empresa dedicada a la producción de sosa cáustica y carbonato sódico que funciona desde el año 1904.

Camino con la tuberías industriales a nuestra derecha

Industria en Barreda

Nosotros pasamos justamente por delante de la fábrica, dejándola a nuestra derecha una vez enlazamos con la carretera CA-340 para volver a inmiscuirnos en zonas verdes y dejando atrás un paisaje, la verdad, poco atractivo para el peregrino. En algo más de 7 km., con varios subes y bajas a través de la carretera comarcal llegamos al bonito municipio de Santillana del Mar donde paramos algo más de tiempo para hacer turismo, comprar unas latas de anchoas de Santoña y enviarlas por medio de valija desde la oficina del Banco Santander con el fin de que llegaran a Mérida. El hecho de no querer llevar más peso en nuestras alforjas es quizás la única pega de los que vamos en bicicleta, que algunas de las cosas que nos apetecería poder comprar a nuestro paso por ciertas localidades se nos hace más complicado. Aún así las anchoas tenían que llegar sí o sí a nuestro destino, como finalmente ocurrió. ¡¡Muy ricas!!

A la derecha una buena subidita

Caballos por el camino, al fondo el mar

En cuanto a Santillana del Mar se refiere, comentar que la villa fue declarada conjunto histórico-artístico en 1889 y que en sus inmediaciones se encuentra la cueva de Altamira, protegida como Patrimonio de la Humanidad, formando, desde julio de 2013, parte de la red “Los pueblos más bonitos de España”.

Viendo que estamos a mitad de etapa, ya que hoy nuestra idea era llegar a San Vicente de la Barquera, al salir de la localidad decidimos tomarnos los bocadillos que habíamos preparado en el hotel esta mañana antes de salir, además de una lata de anchoas que también habíamos comprado para probarlas aunque ésta al final se nos olvidaría y seguiría guardada en las alforjas de Aurelio para una mejor ocasión.

En Santillana del Mar

Ya con las pilas cargadas, volvemos a transitar por pistas que nos van llevando por numerosas localidades próximas a la costa donde nos llama la atención algunas de sus iglesias como son: El Arroyo, Oreña, Caborredondo, Cigüenza, La Iglesia, Pando y finalmente Comillas. Será próximo a Cigüenza, en mitad del campo donde se sitúa la Iglesia de San Martín de Tours del s.XVIII de estilo barroco donde nos ocurre la anécdota del día.

En Cobreces, atrás su Iglesia

Pasando por la localidad de La Iglesia

Ermita de Pando, donde sellamos

Una vez habíamos pasado a un grupo de alemanes que estaban haciendo el camino a pie llegamos a tal iglesia para visitarla, dentro se encuentran un grupo de “bicigrinos” veteranos con los que compartimos unos minutos de conversación y es cuando uno de ellos nos nos dice si alguien de nosotros era José Javier Rodríguez, quedándonos un poco boquiabiertos ante tal pregunta. La cuestión en definitiva era que Javi había perdido el carné de identidad unos metros atrás y el grupo de alemanes lo había encontrado a su paso con lo que esta vez la suerte había estado de nuestro lado al darse una serie de coincidencias para que el bueno de Javi recuperara el DNI.

Iglesia de San Martin de Tours

Un poquito de agua??...ni caso

Suma una oveja con un burro y te sale una llama...cerca de Oreña

Posteriormente es en Comillas, al tratarse de un municipio bastante turístico, donde nos dirigimos hacia su Albergue Municipal que, como era de esperar, vuelve a estar cerrado hasta las 16.00h y la cola de peregrinos en su exterior nos hace reafirmarnos en nuestro final de etapa sería en San Vicente de la Barquera. A través del móvil (whats up) contactamos con Ernesto y Raúl, que ayer se habían quedado en Güemes, para informarles de la situación actual del albergue, ya que su idea inicial era la de pernoctar allí. Nosotros por tanto continuaríamos sin pararnos en demasía, aun sabiendo que nos perderíamos el visitar uno de los municipios más conocidos y más bonitos de Cantabria.

Comillas

A pesar de todo sabemos que el problema de alojamiento no lo tendremos en San Vicente de la Barquera donde disponen de varias plazas de peregrinos en el Albergue por lo que esta vez no tendremos que alojarnos en hostal y con ello nos recuperaremos económicamente del gasto que tuvimos ayer en Santander, aunque personalmente, Aurelio, Javi y yo, no sabemos que hubiera sido mejor después de ver el hospedaje de nuestra quinta etapa.

Desde Comillas hasta San Vicente, vamos pasando por numerosas playas que, en parte gracias al buen tiempo de hoy, se encuentran abarrotadas de lugareños y turistas, teniendo que prestar atención a nuestro paso pues el tráfico se ve aumentado considerablemente. Nuevos subes y bajas de los que ya estamos muy acostumbrados y que en todas nuestras etapas se convierten en una rutina habitual al tener que bajar al nivel del mar y después pasar por localidades que se encuentran a unos 70 u 80 metros de altitud.

Bonitas playas antes de llegar a San Vicente de la Barquera

Es por la carretera comarcal CA-236 pegado a la costa la que nos dejará de nuevo en la conocida N-634 ya a los pies de San Vicente de la Barquera donde nos realizamos la foto de rigor con su cartel de entrada. Después de atravesar su famoso puente que salva la desembocadura del Río de Peña Candiles en el Cantábrico nos dirigimos al albergue siguiendo las flechas amarillas aunque después de perderlas en varias ocasiones nos obliga a preguntar a los habitantes de la zona.

Llegando al final de nuestra quinta etapa

Bahía de San Vicente de la Barquera

Ya para terminar la etapa de hoy, el final iba a ser una gran cuesta adoquinada que nos haría retorcernos encima de nuestras bicicletas al tener que llegar al punto más alto de la localidad, donde se sitúa el castillo y a su vez el Albergue. Al llegar al hospedaje nos encontramos con que tenemos que esperar a que terminen de comer los peregrinos que ya se encontraban alojados. Allí nos recibe su hospitalero, un tal Luis, que según dicen es un gran conocedor del Camino del Norte. La primera impresión que tenemos sería la que al final también nos llevaríamos. Es cierto que no me gusta hablar en mi blog de las cosas negativas, pero creo necesario y me veo obligado a compartir que el trato por parte de esta persona no fue el esperado, al igual que las instalaciones del Albergue, del que te cobran 10€ por pernoctar y dejan mucho que desear…pero en fin, tampoco es mi intención detenerme en este pequeño traspiés del camino que por supuesto no empañarían nuestra segunda experiencia con los trazados hacia Santiago.

Fin de la etapa

Castillo

Abajo la puerta del Albergue

En del Albergue

Después de alojarnos en el “albergue” al bajar de nuevo al centro de San Vicente de la Barquera para comer nos reencontramos con Raúl y Ernesto que se acaban de marcar un etapón de casi 100 km., algo que se refleja en sus caras. Con ellos quedamos más tarde ya que ahora nosotros iríamos a comer. Lo hacemos en un bar donde nos encontramos con el grupo de “bicigrinos” con los que nos habíamos cruzado en varias ocasiones en esta jornada, aquellos del tema DNI de Javi. Allí nos damos cuenta que estamos en la ciudad natal de David Bustamante ya que en las ondas radiofónicas solo suenan canciones suyas, además de ser entonadas por los camarer@s.

Después nos dirigimos a la bahía para disfrutar de las bellas vistas y hacer algo de turismo a pesar del cansancio que vamos acumulando y que poco a poco se hace notar. Ya al final de la tarde decidimos cenar y tomarnos unas botellas de sidra antes de volver sobre las diez de la noche a nuestro alojamiento para dar así por concluida una jornada donde finalmente realizamos cerca de 80 km.