TRACK ALOJADO EN WIKILOC DE LA TERCERA ETAPA:
Son las 6.30 y nos vuelve a sonar
el despertador. Aunque los días van pasando uno nunca se acostumbra a
levantarse a dichas horas, más aun cuando estas de vacaciones, por lo que nos
cuesta a unos más que a otros levantarnos de las cómodas camas del Albergue de
Galisteo. Pero no hay tiempo que perder, el 27 de junio nos esperaba la tercera
etapa del camino que en un principio habíamos fijado llegar desde Galisteo
hasta a La Calzada de Béjar. Finalmente acabaríamos haciendo 10 kms más y
terminaríamos en la localidad salmantina de Valverde de Valdelacasa. Después de la agotadora etapa
anterior todo hace indicar que las piernas andan bien en los primeros
kilómetros que hacemos. Acompañados de un bonito amanecer siempre vamos contemplando
las montañas de la zona del Ambroz, a las cuales tenemos que llegar e incluso coronar
por el Puerto de Béjar.
Al fondo las montañas del Ambroz
Emprendemos nuestra marcha desde
el Albergue Municipal de Galisteo en dirección a Carcaboso que está a unos 10
kms de nuestro punto de partida. Lo hacemos a través de una carretera comarcal
que va lindando con el Río Jerte en todo momento, pasando en su intermedio por
el municipio de Aldehuela del Jerte que a estas horas parece un pueblo fantasma
sin atisbo de ninguna actividad. De momento vamos llaneando bastante, algo que
nos facilita ir entrando en calor y sin desgastarnos en exceso.
Camino a Carcaboso (Aurelio)
En nuestra mente sabemos que en
la etapa de hoy tendremos una de las primeras grandes dificultades de nuestro
Camino, la subida al Puerto de Béjar una vez pasemos la localidad de Baños de
Montemayor. Personalmente, por motivos de trabajo conozco bien la zona y sabía
de antemano que las rampas serían más duras de lo que nos habíamos encontrado
hasta ahora. A pesar de todo, nuestros ánimos no decaen, todo lo contrario,
también sabemos que pasaremos en esta jornada por uno de los lugares más
emblemáticos y de obligada parada como es la Ciudad Romana de Cáparra.
Una vez llegados a Carcaboso
decidimos que es el momento de tomar un buen desayuno con café y tostadas de
tomate con aceite, al igual que aprovechamos para poner el primer sello del día
y rellenar nuestros bidones de agua en una de las cafeterías del pueblo. A
continuación, nos dice el dueño de la misma que lo mejor para llegar a Cáparra
es tirar por la carretera de Valdeobispo ya que el camino está en mal estado
para transitar en bicicleta. Dicho y hecho, cogemos la carretera comarcal CV-84
que une Carcaboso con Valdeobispo, siempre en ligero ascenso y más aun al paso
por esta segunda localidad la cual se encuentra en un pequeño cerro.
Acercándonos al municipio de Valdeobispo
Hacemos una especie de rodeo
hacia nuestra derecha, bordeando este municipio para seguir por la misma
carretera en línea recta durante más de 11 kms, momento en el que cruzaremos
una carretera (CCV-12.2) para incorporarnos al original camino de tierra de la
Vía de la Plata. Tan original es que aún se conservan numerosas piedras que
formaban dicha calzada en la época romana. Este trayecto se hace bastante
cómodo aunque se debe prestar atención a las piedras sueltas y a alguna que
otra rama caída de las encinas que suele haber en mitad del camino.
Pedaleados por esa senda en torno
a 7 kms nos topamos de frente con el majestuoso Arco de la Ciudad de Cáparra
que se vislumbra entre las copas de los árboles según nos vamos acercando poco
a poco. Una vez allí, dejamos nuestras bicicletas aparcadas sobre este fabuloso
monumento ya que es momento para deleitarnos y sacar cientos de fotografías.
Este simple hecho de ver algo novedoso para nosotros cuatro y contemplar lo que
quizás hubo hace unos dos mil años atrás en esta zona nos hace evadirnos de
posibles problemas musculares o de otra índole que nos pueda estar acarreando
este camino. ¡¡Señores, esto es la Ciudad de Cáparra y como tal debemos parar,
descansar y disfrutar del momento!!
Ciudad Romana de Cáparra
Quizás todo aquel que lea este
párrafo le resulte cursi mis palabras al no ser capaz evadirse y meterse dentro
de nuestra piel para ver lo que vivimos cuando llegamos con las bicicletas y
con algunos kilómetros metidos ya en nuestras piernas a este gran lugar. Como
extremeño sabía de la existencia de este monumento pero nunca tuve la oportunidad
de parar a visitarlo. En este lugar se encuentra además un Centro de
Interpretación bastante moderno que nos ayuda a acercarnos y conocer mucho más a
lo que tuvo que ser esta ciudad en la época romana. Aquí sellamos de nuevo
nuestras credenciales, compramos unas latas de refresco y proseguimos con
nuestra ruta, ahora con un buen sabor de boca, pues nos damos cuenta que el
Camino de Santiago no solo consiste en andar o en nuestro caso en pedalear,
sino que vamos a ir pasando por pueblos, lugares y espacios que son dignos de
parar, de descubrirlos y de llevarnos esa imagen que quedará siempre en
nuestras retinas.
Durante los siguientes 10 kms
desde Cáparra continuamos por el original camino de la Vía de la Plata con
algunos bancos de arena que debemos sortear de forma segura para no caernos.
Pasaremos también por varias cancelas de fincas que abriremos y cerraremos tal
como nos indican en los carteles. ¡¡OJO!! Cuidado con las sotarrañas o avispas que
suelen posarse en estas cancelas oxidadas y nos pueden dar algún que otro
pequeño susto y sino que se lo digan al amigo Javi.
Una vez abandonamos este camino
nos incorporamos de nuevo a una carretera comarcal (CC-15.2) que nos llevará a
una rotonda, girando a nuestra derecha y pasando por debajo de la Autovía A-66,
con lo que nos incorporaremos a la carretera N-630 en dirección a Hervás o como
muestra la señal a Salamanca.
Cartel (N-630)
Poco a poco nos vamos acercando a
las altas montañas de la zona del Ambroz y la carretera va picando hacia
arriba. A unos 5 kms del inicio de la carretera nacional nos vamos a encontrar
con la localidad de Aldenueva del Camino donde nos encontramos con un amplio
grupo de “bicigrinos” sevillanos que viene haciendo su camino desde Sevilla.
Allí aprovechamos para compartir experiencias con ellos pues algunos ya repiten
por 4 vez por este itinerario. También nos encontramos por primera vez con el
italiano Máximo, de 54 años. <<Me voy a detener un momento en hablaros de
él>>. Máximo es un italiano que vive por la zona de los Alpes y que en su
cuerpo lleva numerosos tatuajes los cuales cada uno de ellos representa alguna
travesía en bicicleta ya concluida. Tiene un parentesco al ya fallecido y gran
ciclista también italiano, Marco Pantani o como dijimos nosotros con cierto
aire también al técnico de fútbol Arrigo Sacchi. Él siempre va por carretera,
en solitario y en esta ocasión tuvo un problema. Estaba malo de algo que
nosotros no le entendimos muy bien desde el principio…pensábamos que era porque
le habían dado de comer chivo en mal estado “jeje”. En fin que el pobre tuvo
que montar en autobús desde Aldeanueva del Camino hasta Salamanca aunque en un
principio el conductor no le dejaba montar su bicicleta. “figlio di puttana”
decía bastante veces cabreado “jeje” algo que entendimos a la perfección a
pesar de no tener ni idea de italiano. Bueno pues en pequeños rasgos este es
Máximo, a saber si lo volveríamos a ver en próximas etapas.
Después de esta pequeña anécdota
y de nuevo llenados nuestros bidones proseguimos los cuatro en busca de Baños
de Montemayor, lugar donde aprovecharíamos para comer y descansar antes de
encarar el Puerto de Béjar. Una vez subida la fuerte rampa de esta localidad
decidimos parar en un bar justamente enfrente del Balneario de Baños de
Montemayor para “zamparnos” un señor bocadillo de tortilla de patatas. Después
de un cafelito proseguimos con nuestra etapa subiendo en torno a un kilometro
para parar justamente al inicio del puerto. Allí aparcamos las bicicletas y
echamos a dormir la siesta sobre un duro suelo pero bien fresquito al estar
resguardados por la sombra de los árboles.
Llenando los "Carburos" en Aldeanueva del Camino
Pasados una hora de siesta vuelta
a nuestra rutina. Nos toca subir el Puerto de Béjar de unos 4 kilómetros de
distancia. Parece corto, pero eso sí, algo duro para la hora a la que lo vamos
a pasar (17.00 horas). A pesar de todo un veterano ciclista que iba con su
bicicleta de carretera nos comenta que es un puerto que se pasa bastante bien y
que después tendremos una larga bajada hasta ir acercándonos a localidad de La
Calzada de Béjar.
Es el momento de abandonar
nuestra querida Extremadura y entrar en la provincia de Salamanca, una nueva
Comunidad Autónoma, Castilla y león, de las tres que pisaremos en nuestro
camino hacia Santiago de Compostela. La subida de este puerto se hace llevadero
en su mayoría aunque se torna algo duro cuando nos encontramos con los giros de
carretera que hacen subir la pendiente. Javi y un servidor nos adelantamos a
Esteban y Aurelio aunque a pesar de todo nos vamos viendo en todo momento y
vamos acercándonos a la cima del alto con un ritmo tranquilo y disfrutando de
la misma.
Entrando en Castilla y León, provincia de Salamanca
Finalmente se corona cuando vemos una gasolinera a nuestra izquierda.
A partir de ahí llega la diversión con una bajada de gran pendiente que
tendremos durante más de 4 kms. El paisaje resulta espectacular ya que el
camino discurre entre las enormes montañas que nos rodean. Cuando termina este
camino de tierra salimos de nuevo a una calzada muy estrecha y sin tráfico, tan
solo una motocicleta “harley” nos pasaría en este tramo de carretera. Cuando ya
pensábamos que las subidas se habían terminado aun nos quedaba que pasar un par
de kilómetros de fuerte pendiente hasta llegar a la localidad de La Calzada de
Béjar. Una rampa lo bastante dura que nos hace plantearnos si pernoctar esa
noche allí o continuar algunos kilómetros más para avanzar algo en la jornada
del día siguiente.
Subiendo el Puerto de Béjar
Después de hablarlo mientras realizábamos
un pequeño descanso vemos que el siguiente pueblo que tiene albergue es
Valverde de Valdelacasa a unos 10 kms de donde nos encontrábamos. Decidimos
hacerlo por un camino en muy buen estado y ya picando hacia abajo con lo que
nos dejamos llevar sin pedalear. Salvado algunos tramos por donde pasa un
riachuelo pronto damos con la localidad donde daríamos por finalizada nuestra
tercera etapa. Estamos en Valverde de Valdelacasa. FIN DE LA TERCERA
ETAPA.
Salvando pequeños riachuelos antes de llegar a V. de Valdelacasa
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ALOJAMIENTO
Al dejar atrás la localidad de La Calzada de Béjar, el único albergue para peregrinos que nos encontraríamos a una distancia prudencial sería en Valverde de Valdelacasa. Llegamos justamente a la entrada trasera de dicho albergue donde existe un cartel con los números de contacto del hospitalero. Se trata de un albergue algo peculiar, como si de una casa de campo particular se tratara. Algo dejada en el cuidado del mismo con mucho polvo cuando entramos. De todas formas será el cansancio acumulado que llevábamos que nos hizo coger el sueño rapidamente en las numerosas literas que contiene. A su favor diríamos que tiene un gran plato de ducha con una columna de hidromasajes y bastante espacio para guardar las bicicletas en su interior. Aunque para terminar, personalmente creo que por los 5€ que pagamos cada uno por pernoctar aquí, sino queda más remedio y no se decide avanzar más kilómetros, podríamo decir que "no está tan mal", pero que quede claro que no va a ser como el resto de albergues, ni mucho menos, por los que iremos pasando en sucesivas etapas.
Albergue muy particular en Valverde de Valdelacasa
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