TRACK ALOJADO EN WIKILOC DE LA NOVENA ETAPA:
Despertamos en el Albergue de Laza
donde nos encontramos con la sorpresa de que la ropa que lavamos y habíamos
tendido ayer cuando llegamos se encuentra totalmente empapada por una “pelona”
que ha caído durante la noche. Parece mentira que por estos sitios aun estando
en pleno verano cualquier día podría pasar por un día de invierno, algo que la
gente del sur la verdad estamos muy poquito acostumbrados. Una vez que hemos
recogido y preparado las alforjas nos disponemos a partir hoy día 3 de julio
hacia la ciudad de Ourense con un total de 65-70 kms de recorrido en lo que
sería también una de las jornadas más cortas de nuestro trayecto. Después del
día de ayer la verdad que se agradece ir alternando con etapas de menor
distancia.
Nos disponemos a dar las primeras
pedaladas no sin antes pasar por la Oficina de Protección Civil para dejar las
llaves de la habitación del albergue. Abandonamos el municipio de Laza girando
hacia nuestra derecha para coger la Carretera de Vilar de Barrio (OU-110) en
dirección Soutelo Verde, que será el primer pueblo por el que vamos a pasar. A
partir de aquí toca “agarrarse los machos” porque comienza una subida bastante
dura de más de 12
kilómetros que a primera hora de la mañana te hace
olvidarte del frío en pocos segundos. No sabemos si habrá un itinerario
alternativo para hacerlo por camino pero yo personalmente recomiendo hacer la
subida por la carretera que tiene un buen firme y agarra más a la hora de
levantarte en la bicicleta.
Dejando las llaves
Iniciando la etapa
Llegando a Soutelo Verde
Rodeado siempre de una inmensa
vegetación con abundantes árboles, los tres primeros kilómetros de la subida
son una auténtica bestialidad con una media del 6-7% de pendiente, llegando
incluso a tener un 10,8 de porcentaje máximo. Vamos a ir zigzagueando por la
zona montañosa encontrándonos con muchas curvas de herradura que a su paso
hacen subir un poquito más la pendiente pero siempre contemplando unas
espectaculares vistas de toda la zona montañosa, dejándose ver incluso por
debajo de nosotros grandes cúmulos de nubes con lo que nos indica que estamos a
una altura bastante notable.
Nubes por debajo nuestra
Este tipo de subidas, salvando las
distancias por supuesto, se asemeja a los famosos puertos que vemos por
televisión en las grandes vueltas ciclistas, en los que vas viendo a tu derecha
e izquierda por donde tienes que ir pasando. Para mi fue de las subidas más
duras del itinerario sanabrés ya que en pocos kilómetros subes de 400 a casi 1000 metros de altitud
aunque ya en la zona más alta, el puerto irá suavizando bastante, justamente
antes de llegar al pueblo de Alberguería.
Es el momento de parar en un lugar
con encanto y donde nos vamos a encontrar con uno de los bares y albergues más
singulares del camino. Se trata de “El Rincón del Peregrino”, regentado por el
amigo Luis Sandes, donde aprovechamos para desayunar y poner el primer sello
del día. Ha merecido la pena el esfuerzo de la subida para poder ver en estos
momentos uno de los lugares con mayor personalidad y que más suele ser
recordado por los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela por el
Camino Sanabrés y como no iba a ser menos, nosotros cuatro también recordaremos
para siempre. Su interior se encuentra recubierto con miles de conchas en las
que los peregrinos han ido dejando sus nombres, junto a un dibujo o alguna
frase escrita en cualquiera de los idiomas del planeta. Su propietario, Luis,
las da a firmar desde hace años a los peregrinos que pasan por allí e
inmediatamente quedan colgadas en alguno de los pocos huecos que haya entre las
demás. El trasiego diario de personas de tan variada procedencia añade cierto
toque cosmopolita a esta tranquila aldea de apenas 40 habitantes censados.
Llegando a Alberguería
Detalle de las vieiras de todos los peregrinos que han pasado por aquí
Nuestros nombres quedarán para la posteridad en ese lugar
Nuestra Vieira
Una vez terminamos de desayunar
nos despedimos de Luis realizándonos una fotografía conjunta la cual le
enviaremos también a su correo electrónico para que la tenga de recuerdo y
pueda ponerla junto con el resto de fotos que tiene en el bar.
Con Luis, dueño del Rincón del Peregrino
Para salir de Alberguería puedes
hacerlo bien por la carretera por la que hemos llegado y continuar la marcha
hacia delante o hacer caso a las flechas amarillas que indican salir por el
camino de tierra de unos 2
kilómetros aprox, como finalmente hicimos nosotros. La
verdad que si vas andando es una zona preciosa pero por el contrario sí vas en
bicicleta te aconsejo que vuelvas a salir a la carretera ya que realmente
resulta muy complicado transitar con ella en algunos tramos viéndote obligado a
bajarte para poder sortear las numerosas piedras que hay por el camino. De
todas formas también pienso que no nos vino mal andar un poquito y romper la
monotonía del pedaleo que llevábamos todos los días.
Una vez salvado este camino
volvemos a salir a la carretera (OU-110) donde vamos a culminar la subida que
comenzamos al inicio de nuestra etapa en Soutelo Verde para ir quintando altura
a nuestro camino. La perdida de altura en esta jornada es espectacular pasando
de los 950 metros
de altura que tiene el punto más alto y en el que ahora mismo nos encontramos,
hasta llegar a los 179
metros que tenemos al llegar a Ourense. De todas formas
no se piense que esto será un tobogán de 45 kilómetros sin
pedalear, ya que a nuestro paso tendremos que salvar algún que otro repecho
duro, pero siendo sincero es cierto que ya la etapa se hará prácticamente muy cómoda.
Terminando la subida con algo de niebla al fondo
Al pasar por la localidad de Vilar
de Barrio, al ir bastante rápido en el descenso, como bien se puede observar en
nuestro track alojado en wikiloc, nos despistamos un poco y cogemos una
carretera que también está señalizada con las marcas de la Vía de la Plata pero
que por suerte para nosotros vimos a un peregrino que venía andando en sentido
contrario, siendo escasos 500
metros los que hicimos de más, teniéndonos que dar la
vuelta para transitar por la dirección correcta. ¡¡Menos mal porque si
deshacemos todo el camino que llevábamos hecho hasta hoy nos da algo jeje!!
A partir de ahora vamos a ir
transitando alternando carretera comarcal con caminos de tierra con largas
rectas que van entre los campos de cultivos de la zona. Es por aquí donde nos
empezamos a encontrar los primeros “Hórreos” típicos de Galicia que son un tipo
de construcción destinada a guardar y conservar los alimentos alejados de la
humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo para su consumo.
Al comentarnos el amigo Aurelio
que quizás no veríamos muchos por la zona en la que estábamos transitando nos
apresuramos a realizarnos la foto de rigor con este tipo de construcción para
tener un recuerdo pero de todas formas les digo que pueden estarse tranquilos
porque a partir de aquí iremos viendo cientos y cientos de hórreos con lo que
la comidilla de todos nosotros hasta llegar a Compostela fue la guasa con
Aurelio por haberse equivocado en su predicción jeje¡¡ Os aseguro que al
final acabas hartito de ver tantos hórreos
y que me perdonen los lugareños.
Hórreos y más hórreos jeje...
Como os he comentado vamos a ir
transitando por una zona de cultivos y sembrados que se hace bastante cómodo ya
que es una zona muy llena y por la que continuamente iremos pasando por
pequeñas localidades como Bóveda, Vilar de Gomareite, Bobadela, Padroso, A
Abeleda, Cima de Vila, Quintela en apenas 20 kilómetros . Decir
que al paso por Bobadela nos vamos a encontrar con un fuerte repecho que llega
a tener incluso un 7% de pendiente durante algo más de un kilómetro y medio
aunque una vez en lo más alto se encara una bajada rápida hasta que se llega a
la localidad de Xunqueira de Ambía de unos 1600 habitantes. Es en su
Ayuntamiento, que justamente se encuentra al lado de una bonita Iglesia, donde
aprovechamos para poner el segundo sello del día en nuestras credenciales
parando escasos minutos y retomar cuanto antes nuestra marcha ya que en
nuestras cabezas está la idea de llegar cuanto antes a la ciudad de Ourense
para poder verla con bastante tiempo. Ya solo nos restan unos 22 kilómetros para
finalizar la etapa de hoy.
Pasando por Padroso
Ayuntamiento de Xunquira de Ambía donde sellamos nustra credencial
Iglesia de Xunqueira de Ambía
Desde Xunqueira de Ambía vamos
pedaleando por una carretera comarcal aunque en ocasiones hacemos caso a las
flechas amarillas que nos desvían por caminos con grandes sombrías repletas de
vegetación que merecen la pena verlos y sacar alguna que otra fotografía para
el recuerdo.
Por carretera
Ya estamos muy cerquita de
Ourense, a unos 7 kms de nuestra meta debemos pasar con mucho cuidado por una
zona industrial con bastante movimiento, como es lógico, de caminos y vehículos
pesados. En esta ocasión, además estaba la carretera en dirección a Ourense en
obras con lo que tuvimos que esperar a que los operarios de la misma nos dieran
el paso para poder continuar. Una vez pasado el polígono industrial hacemos
caso a las señales de la carretera que nos llevan previamente al municipio de
Seixalbo, el cual cruzamos para finalmente meternos en la Avenida de Zamora, ya
en la ciudad de Ourense. Continuamos unos metros por esta avenida para después
llegar a una rotonda donde cogeremos el ramal derecho, por la Rua Ntra. Sra de
Sainza que es una buena subida de un kilómetro que termina justamente en el
lugar donde está el Albergue de peregrinos de Ourense, único que hay en la
ciudad. FIN DE LA NOVENA ETAPA.
Una oveja sin inmutarse por nuestro paso en Seixalbo
Ourense
Fachada del albergue en Ourense
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ALOJAMIENTO
Cuando llegamos al albergue de
Ourense, que actualmente es propiedad del Ayuntamiento de la ciudad, eran en
torno a las 13.30 del mediodía con lo que el hospitalero nos comentó que hasta
las cinco de la tarde los peregrinos que llegamos en bicicleta teníamos que
esperar a la hora de poder registrarnos ya que antes tienen prioridad los que
vienen andando. Una norma xacobea que tienen también muchos albergues de otras
localidades. De todas formas, nos registramos a nuestra llegada y pudimos coger
cada uno de nosotros una cama para pasar allí la noche. El único inconveniente
sería si desde nuestra llegada se llenara el albergue con peregrinos que
vinieran a pie por lo que nos veríamos obligados a abandonarlo. Finalmente no
fue así y pudimos quedarnos sin problemas. Para todos los que van en bicicleta
comentaros que no se pueden guardar las bicicletas en el albergue pero a
escasos metros existe un bar (Bar Acapulco) que posee un garaje donde por 1€ te las guarda sin
problema. El Albergue está bastante bien, con todo tipo de servicios (lavadora,
frigorífico, internet, cocina…) y los lavabos están bastante limpios. Dispone de
40 plazas en literas distribuidas en una habitación grande separada por la
mitad por una pared pero con acceso a las dos alas con lo que os recomiendo
llevar tapones para los oídos por si sois de los que no cogéis el sueño pronto
y en la noche pudiera haber melodía sinfónica…..como fue aquella noche jeje. El
precio del mismo son 5€ por persona y es el único que existe en la ciudad de
Ourense destinado a peregrinos.
Una vez alojados decidimos visitar
la ciudad, ya que disponíamos de bastante tiempo, pudiendo contemplar lo más representativo
monumentalmente se refiere como son las famosas Burgas, la Catedral o su Plaza
Mayor entre otros. Por cierto, que en Ourense nos volvimos a reencontrar con el
amigo Máximo con el que compartimos anécdotas de las etapas que llevábamos
hasta el momento. El tío es un crak jeje
En Ourense
Catedral
Aurelio "El lluminado" jeje
En la Plaza Mayor de Ourense
Las Burgas
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