martes, 29 de septiembre de 2015

CAMINO PORTUGUÉS / NOVENA ETAPA: PONTE DE LIMA - CESANTES

TRACK DE LA NOVENA ETAPA: PONTE DE LIMA - CESANTES

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Suena el despertador a las 7.30 de la mañana en el hostal "O Marquês" donde nos hemos alojado en la localidad de Ponte de Lima. Antes de partir nos disponemos a tomar el desayuno el cual nos entraba en el precio de la reserva, unas buenas tostadas y algo de fruta para ir cargando las pilas. Posteriormente rellenemos nuestros bidones de agua y montamos las alforjas en nuestras bicicletas para comenzar una nueva jornada, concretamente la novena etapa del Camino Portugués, la cual tocará por fin tierras gallegas y bajaremos la barrera psicológica de los 100 kms., para llegar a nuestra meta que no es otra que Santiago de Compostela.

Hostal "O Marques"

Primeras pedaladas del día

Una vez comenzamos a dar las primeras pedaladas pronto vemos las flechas amarillas que nos indican el camino correcto a seguir. Hoy tendremos por delante cerca de 80 kilómetros con un desnivel acumulado de 1.224 metros de subida, prácticamente concentrándose lo más duro en el primer tercio de la etapa.



Zonas llanas y de buen rodar

Aún así, el inicio (unos 8 kms.) es una zona bastante llana y sombría, permitiéndonos rodar a un buen ritmo antes de comenzar lo que sería a la postre para nosotros la parte técnica de la jornada, (km. 12-20) viéndonos obligados en varias ocasiones a bajarnos de las bicicletas para poder salvar unas cuantas rampas de grandes pendientes empedradas, tramo que desaconsejaría totalmente a todos aquellos que vamos a dos ruedas.


La cosa se va complicando

Es justamente ahí, donde sufro una caída al paso por una rápida curva con algo de tierra suelta y mi rueda delantera deja de tener contacto con la superficie anunciándome un desenlace final esperado y no deseado: "tortazo sobre la tierra" y magulladuras y rozaduras en rodilla, muslo y brazo izquierdo.


...y más que se complica

Ostiazo...pero no queda más remedio que levantarse y seguir 


Un imprevisto que nos obliga, tanto a Javi como a mí (Jairo) a detenernos y observar si la caída no ha pasado a mayores en lo mecánico de mi bicicleta y sobretodo y lo más importante en mi condición física. Después de comprobar que todo está "OK", con algo de dolor, comenzamos a rodar, dándome cuenta una vez que llevamos algo más de 500 metros recorridos de que me falta la cámara de fotos compacta la cual habría salido despedida del bolso delantero que siempre llevo en el manillar. Por tanto nuevo imprevisto y nueva parada para que Javi retrocediese al lugar del accidente para ver si encontraba la dichosa "camarita" que parece estar predestinada a estropearse y perderse en todos los caminos que llevo realizado.

Sabíamos que la cámara debía de estar allí ya que sólo había pasado un grupo de peregrinos a pie procedentes de Gibraltar y los cuales también nos habían ofrecido su ayuda en el momento de la caída por lo que mientras me voy curando de mis heridas pronto llega Javi con ella en la mano, viéndome aliviado más por no perder todas las fotos que ya llevaba realizada hasta el día de hoy que por la propia cámara en sí y cuyas marcas y roces dan fe de que esto de los itinerarios jacobeos no suelen ser unos "caminos de rosas" según porqué zonas vayas transitando.

En nuestro caso, y más en esta novena etapa, la dureza se hacía patente en los tramos empedrados donde teníamos que echarnos la bicicleta a cuesta para poder seguir avanzando. Tanto es así, que al ver que esos tramos van siendo muy sucesivos decidimos tirar de "GPS" y buscar una alternativa que fuese algo más favorable en nuestro rodar. Finalmente encontramos una senda bastante ancha dedicada al tránsito de vehículos que realizan labores de extracción de resina en estos inmensos bosques de pinos permitiéndonos retomar nuestra marcha por carreteras y pistas asfaltadas, no antes sin toparnos con una pequeña casa de campo en la que nos reciben, no con una actitud muy amigable, dos alterados "perritos" guardianes que nos hacen pegar un buen respingo y ponernos el corazón a mil.


¿Ciclismo o escalada?

Merece la pena las vistas...

Parece ser que hoy todos estos pasos inesperados querían tener más protagonismo de la cuenta para que quedasen como anécdotas del camino y poder plasmarlas en el relato final de nuestra experiencia. Además, hoy teníamos que añadir el tema del incendio (con total seguridad creemos que intencionado) que se estaba produciendo en el monte, cerca de la zona por donde estábamos pasando.


Incendio cerca de Valença do Minho

Detalle en el Restaurante "Bom Retiro" 

Después de todo lo contado, y algo excitados por tanto sobresalto, decidimos que es el momento de realizar una parada técnica para tomarnos un refresco y algo de fruta en el "Restaurante Bom Retiro" (km. 25) a nuestro paso por el municipio de Rubiaes, lindando con la carretera N-201 por la cual iremos transitando a continuación y con la que alternaremos en varios momentos con pistas que pasan por pequeños pueblos antes de llegar a Valença do Minho, ciudad que se encuentra situada en el Distrito de Viana do Castelo, región Norte y subregión del Minho-Lima, con aproximadamente 8.000 habitantes en su núcleo principal, estando dedicada en la actualidad al turismo siendo uno de los mayores centros comerciales abiertos de Europa, condición que pronto notamos al cruzarnos con abundantes turistas en dicha ciudad que a su vez es la última localidad portuguesa de nuestro itinerario para después de cruzar el Río Minho/Miño por el Puente Internacional entrar a España por Tui.

A 125 kms., de Santiago ¡¡Vamooooss!!

Fortaleza de Valença do Minho

Sus calles


Adiós Portugal...fue un placer

Tras el puente entramos en España (por Tui)

De Tui podemos destacar que es la entrada de acceso a Galicia desde Portugal por lo que históricamente ha sido un núcleo importante de paso, incluso antes del propio peregrinaje jacobeo. El trazado utilizado ya procede de la época romana. Se trata de la vía XIX del itinerario de Antonino, que comunicaba con Braga y Lugo.


Catedral de Tui

Callejeando por Tui

Es allí donde realizamos una pausa para fotografiarnos en la Plaza de San Fernando junto a la fachada de la Catedral, instante en el que se nos acerca un hombre para preguntarnos desde dónde veníamos haciendo el Camino, y el cual según las indicaciones que nos dio, resultó ser miembro de la Asociación Amigos del Camino de Tui y uno de los encargados de pintar las flechas amarillas por esta zona. Tanto es así que, a la hora de iniciar nuestra marcha, nos incidió en que cogiésemos en una bifurcación del camino el ramal correcto, pues existe otro que te lleva a una zona industrial y donde varios restaurantes de la zona están intentando mandar por ahí a los peregrinos con el fin de que lleguen a sus negocios, siendo esta zona poco o nada atractiva. 


Monolitos del Camino

¿La solución? tirar por la variante que nos dijeron y cuyo camino no tiene perdida ya que han puesto como referencia una pintura de la Catedral de Santiago. Esta senda desciende ligeramente entre tupida vegetación hasta el vado de A Ponte Baranco, sobre el Louro, y cruza posteriormente un paso de invierno. Desde este punto, un camino de tierra entre viñedos y arbolado alcanza una pista asfaltada, que se interna por la parroquia de San Xurxo de Mosende, visitando los lugares de Monte, Vides y Cruceiro.

Pasos de invierno

Calzadas empedradas

Lienzo de Santiago que encontramos a nuestro paso

Otro posterior paso de invierno, conocido por los vecinos como 'paso de Botate', desemboca en un camino terroso. Después, una pista local accede a la parroquia de Santiago de Pontellas junto a las casas de Centeáns. Aquí, una 'cruz de mortos' da paso a un magnífico crucero, situado sobre el antiguo Camino Real a Vigo. En esta variante aguardan aún más sorpresas, como la capilla de San Carpio y su crucero, así como también la Quinta do Adro o da Inquisición, donde el trazado se separa del Camino Real. Una carretera local con carril peatonal y para ciclistas conduce desde este punto al sendero que sigue la estela del río Louro para llegar al municipio de O Porriño. Es allí donde nos encontramos con un grupo de cuatro amigos bicigrinos gallegos que salieron desde Oporto y con los que compartiremos carretera en varios momentos de la jornada.

Cruceros

Ya para ir terminando, el último tramo iremos circulando por la carretera N-550 y en su mayoría por el Camino das Lagos (Pista) que nos hacen ir mucho más relajado al no existir apenas tráfico rodado. Será en esta zona donde tendremos que salvar unas duras rampas a la altura del Aeropuerto de Vigo pero que una vez superado nos dejará a los pies de la ciudad de Redondela. Pero antes de llegar, decidimos que es el momento de parar a comer en un bar de carretera ya que el esfuerzo de la etapa va haciendo mella en nuestro estado físico. 


Galicia nos da la bienvenida

Al reiniciar nuestro pedaleo, una vez que cruzamos Redondela, nuevamente cogemos la N-550 para llegar a Cesantes, hoy punto y final de nuestra novena etapa y en la que dormiremos en el Albergue "O Refuxio de la Jerezana".

Ya en el albergue
Por fin...en "O Refuxio de la Jerezana"

En total, 79 kilómetros que nos dejan para el último día de nuestro Camino a tan sólo unos 85 de llegar a Santiago de Compostela. Después de todo lo acontecido hoy, la llegada al albergue, una vez que nos arreglamos y comemos unos bocatas en un bar próximo a él, supone un día de recuperación para afrontar la recta final de nuestra tercera experiencia con el Camino. 


Resumen de la novena etapa

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